Esa oscura escalera me mira mal

TÍTULO ORIGINAL: The Changeling

AÑO: 1980

DURACIÓN: 109 min.

PAÍS: Canadá

DIRECTOR: Peter Medak

GUIÓN: William Gray & Diana Maddox

MÚSICA: Rick Wilkins

FOTOGRAFÍA: John Coquillon

REPARTO: George C. Scott, Trish Van Devere, Melvyn Douglas, John Colicos, Jean Marsh, Barry Morse, Madeleine Thornton-Sherwood, Helen Burns, Ruth Springford

PRODUCTORA: Universal Pictures

 

Historia de terror como dios manda. Consigue distraer al público con agilidad en el guión. Salvo por el amor tan de peli americana del principio, lo demás, perfecto. 

Una historia como muchas otras de casas encantadas, pero con la particularidad de que la inmensidad y el estilo de la casa ya te está poniendo los bellos de punta. Cargado de planos generales agobiantes y de suspense. Un hombre que debe vivir solo después de perder a su familia en un accidente. Un truco muy recurrido para el terror. Lo consigue, ¡vaya que si lo consigue!. 

Lo único que se le echa de menos es que hubiese alguna aparición, un fantasma o bicho del inframundo. ¿Se lo echamos en cara? Para nada. Juega con nuestra mente para que el momento susto llegue. Ese susto fantasmagórico que nunca llega, y nuestros deseos no se cumplen. Eso sí, el fantasma está acechando sin descanso a las espaldas de los personajes y con mala leche dentro de la casa, y si se lo propone, fuera. Sin ninguna duda nuestro amiguito invisible no ofrece descanso ni de día ni de noche.

Se le pierde respeto a la película con algunas frases que incitan al terror del estilo: nunca deberías residir esa casa. En general los diálogos no tienen mucho encanto. Pocas frases resultan relevantes y pocas veces provocan escalofríos.

Agilidad visual y técnica, pobre en los diálogos.