CRÍTICA: Misterioso asesinato en Manhattan
Año: 1993
Duración: 108 Min.
País: Eeuu
Director: Woody Allen
Guión: Woody Allen & Marshall Brickman
Fotografía: Carlo Di Palma
Reparto: Diane Keaton, Woody Allen, Alan
Alda, Anjelica Huston, Jerry Adler, Lynn Cohen, Joy Behar, Ron Rifkin, William
Addi, John Doumanian, Sylvia Kauders
Productora: Tristar Pictures
A Woody Allen se le puede conoce por su agilidad en los diálogos
cargados de ironía, absurdez e inteligencia. O por sus planos secuencia largos
y nada aburridos. Todas estas y muchas de sus características que le hacen
especial se cumplen en esta película. Gran trabajo que parodia temas tan
recurrentes dando su toque personal
En este misterioso crimen encontraremos un Woody Allen encarnando a un esposo más escéptico, pero nervioso, como siempre
hace cuando sale en sus películas. Su auto-encasillamiento es irremediablemente divertido. Una técnica que le
funciona y que ¿para qué cambiar?
En mitad de un asesinato, y entre los hilos de un desquiciado
asesino, sus personajes se introducen en una aventura con descaro. Personajes
que han entrado en la madurez y aburridos de su monotonía se meten a investigar
el asesinato de su vecina. Una intromisión que parece encabezada por cerebros
de estudiantes de instituto ajenos al peligro de su asunto.
Con un reparto excelente y una interpretación mejor aun,
salvo por algunas ocasiones el mismo Woody Allen que resulta poco creible. Unos
personajes que no se alejan demasiado de los esquemas “woodyallienses”.
Con soltura y maestría nos encontramos ante un buen trabajo
de este director. Salvo por algunas escenas que exceden en el romanticismo de
Manhattan la película es impecable. Un sobresaliente para los diálogos:
desternillante y de las que merece la pena prestar atención, tanto para el
humor como por su inteligencia.
—Un hombre descuartizó a su mujer y luego se la comió.
—Bueno,
es una forma de vida alternativa.
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