CRÍTICA: Hipsters
TÍTULO ORIGINAL: Stilyagi (Hipsters AKA Boogie Bones)
AÑO: 2008
DURACIÓN: 130 min.
PAÍS: Rusia
DIRECTOR: Valery Todorovsky
GUIÓN: Valery Todorovsky, Yuriy Korotkov
MÚSICA: Konstantin Meladze
FOTOGRAFÍA: Roman Vasyanov
REPARTO: Anton Shagin, Oksana Akinshina, Evgeniya
Khirivskaya, Sergey Garmash, Maksim Matveev, Igor Voynarovskiy, Ekaterina
Vilkova, Konstantin Balakirev, Aleksandr Stefantsov, Georgiy Sivokhin, Olga
Smirnova, Yanina Buiko
PRODUCTORA: Central Partnership / Krasnaya
Strela
WEB OFICIAL:
http://www.stilyagifilm.ru/
Un año más
vuelve Valery Todorovsky a la carga. Vuelve a arrasar tanto en su
público como Y en esta última ocasión como director nos hará vibrar con
jolgorio, fiestas y tristezas ilusas. Hipsters nos envía al pasado, a una Rusia de tristezas y conservadora. Un
mundo de homogeneidad. Aburrimiento, planes de futuro… Todo lo que un joven
prefiere no estar recordando. Efectivamente, es mejor vivir el presente. Y aquí
es cuando aparecen los inadaptados Hipsters, o en ruso, Stilyagi (Стиляги).
No perdáis el tiempo pensando en estos personajes como lo conocemos hoy por este término. Más bien son una tribu de rebeldes con estilo. Un grupo de jóvenes soviéticos con ganas de fiesta y de dar un poco de vida a su país que sufre un periodo bastante aburrido. ¡Hay que cambiar esta mentalidad!, Jóvenes que caminan entre gritos y brincos buscando el local del momento donde bailar les convierte en el centro de todas las miradas. Vistiendo llamativos colores en sus chaquetas que les hace brillar en un país en penumbras.
A ritmo
de un vibrante y brillante Jazz. Combinando con unas voces estupendas,
ritmos acelerados de percusión y viento. Y dejando un brillante estela con las
coreografías para nada recargadas y que le dan un subidón de adrenalina a la
historia quizá más lenta. El ritmo lento no es bienvenido en esta
película. Todo es alegría en sus letras, incluso cuando llega la desesperación.
Un guión que
podría ser el resultado de un cine para jóvenes se torna a una excelente y
original adaptación de la historia de Rusia durante los años 50. Con música y
fiesta que hacen más intensa los momentos más “trágicos” cuando los Stilyagi
cuelgan su chaqueta, desatan sus corbatas y comienzan a asentar la cabeza. Puede parecer lenta en ocasiones, pero deja un agradable sabor de boca.
Si no te quedas por la música, te quedarás por la historia. Y si la historia no te convence lo harás por su divertida trama. El problema es que te quedarás presa de la rebeldía.
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