Si Shakespeare levantara la cabeza, y le pusiera esta cinta quizá se impresionaría, se perdería ente tanto extra, pero ¿quién sabe si la disfrutaría?
¡Silencio en la sala!. La obra está
a punto de dar comienzo. Shakespeare se viste de moderno, de siglo XXI para
hacer la película de una de su tragedias: Otello. El encargado de esta aventura
será el director novel Hammudi Al-Rahmoun.
Otel·lo (2012)
Con un director novel y un
reparto novel acompañado de un equipo técnico recién sacados del horno. Hammudi Al-Rahmoun nos
plantea una forma nueva de ver el cine. Y no contento con esta sesión de nuevo cine, también una nueva manera de entender la obra de Shakespeare.
Con poco presupuesto, crea una
historia del cine dentro del cine. El director hace de actor, interpretando a
un director. Extraño, pero sencillo de entender. Nos adentra en el interior del
rodaje de la próxima adaptación al cine de esta obra. Un ser que se vuelve
manipulador, una especie de Dios del set de grabación.
Con un equipo técnico (cámaras, sonido, maquillaje, iluminación...) constantemente visible ante la cámara. Dando protagonismo no solo a los
actores, sino también al equipo técnicos (o actores) humanizando un poco la cinta,
dándole una perspectiva inusual y que el cine evita. Una vuelta de tuerca a los cánones habituales del reparto. Así, provoca una reacción y una
forma de ver cine fuera de lo que estamos acostumbrados. Una novedad que se
agradece en un festival de cine. ¡La intención es impresionar con algo nuevo sin
necesidad de ser muy rebuscado!.
Pocas cosas malas se puede decir de este
primer trabajo. Hecho con ganas e ilusión contrarresta el poco presupuesto para obtener una opera
prima con encanto y con imaginación. Muy acertada si la comparamos en los tiempos que corre el cine, cargada de adaptaciones de libros, novelas, cuentos, teatros… que menos que
darle un poco al coco para hacer algo propio, algo personal.
Imagenes de catalanfilmsdb
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